jueves, 14 de enero de 2010

Se estremeció el mundo



SEPTIMO DIA, MEXICO.- El terremoto de 7 grados en la escala de Richter que provocó derrumbes, desolación y miles de víctimas, entre muertos y heridos, no solamente afectó al empobrecido país de Haití, también estremeció al mundo, no solamente estrujando corazones por las escenas de dolor y muerte, sino también porque entre las víctimas se cuentan 200 miembros de la ONU desaparecidos, amén de 22 elementos de las fuerzas de paz de la ONU que se ha confirmado murieron, y como antes se anotaba, hasta países pobres, como México, dan de lo poco que tienen.


Pese a que México afronta una de las peores crisis de su historia, con un Presidente del desempleo y un sistema feudalista que ahoga a las empresas con impuestos sobre impuestos, como siempre, México envía toneladas de ayuda humanitaria; ahora a Haítí, ayer a muchos otros países que han caído en desgracias por causa de fenómenos naturales.


Sin estimaciones oficiales aún, el presidente Preval dijo que el terremoto pudo dejar 50 mil muertos. El primer ministro teme que sean más de 100 mil.


Hasta el momento se ha dado sepultura a 7 mil personas. Escombros por doquier y cadáveres amontonados en las calles muestran la macabra desolación que se ha instalado en la ciudad de Puerto Príncipe, de cerca de dos millones de habitantesñ una ciudad sumergida en el caos.
“Camino por encima de cuerpos sin vida. Mucha gente se encuentra debajo de los edificios. El hospital general colapsó. Necesitamos apoyo. Necesitamos ayuda. Necesitamos ingenieros”, fue el llamado de la primera dama, Elisabeth Preval, quien se salvó al igual que su esposo, el presidente René Preval, del desplome del palacio presidencial.
Los graves daños de infraestructura vial están impidiendo que la ayuda llegue a su destino y es la misma población, con sus propias manos, la que busca con desesperación a los desaparecidos bajo escuelas, hospitales, edificios y barriadas pobres que se vinieron abajo por completo.
Los habitantes dejaron sus casas en busca de patios de recreo o espacios abiertos, para no correr el riesgo de ser aplastados por el derrumbe de un inmueble. Réplicas de hasta 5,9 grados de magnitud sacudieron la ciudad en la noche del martes y la madrugada del miércoles 13.
El premier haitiano, Jean Max Bellerive, declaró a CNN: “Es difícil hacer una evaluación correcta”, pero considerando a quienes se encontraban en el interior de las viviendas, “estamos bastante por encima de los 100 mil muertos".
Preval, en cambio, dijo que escuchó que la cifra de muertos por el sismo podría ser de entre 30.000 y 50.000 personas. Pero no dio a conocer la fuente de esas estimaciones.
El baile de números es un reflejo del caos que vive el país. La Cruz Roja, a falta de cifras oficiales, calcula en más de tres millones los damnificados.
Algunos edificios aún están en pie, pero las anchas grietas ilustran la fuerza del temblor de 7 grados de magnitud.
Vehículos de la Policía haitiana, de Naciones Unidas o de la Cruz Roja intentaban trasladar a los heridos, pero las casas destruidas bloquean su circulación. Las líneas telefónicas resultaron seriamente afectadas y era muy difícil comunicarse con Haití desde el extranjero.
La mayoría de las estaciones de radio y de televisión seguía sin operar, y las pocas radios que podían emitir lanzaban llamados urgentes de socorro.
Con los teléfonos colapsados, pero con algunos servicios de Internet todavía disponibles, muchas de las primeras fotos, vídeos y testimonios de lo que ocurría en Haití provinieron de usuarios de Twitter.
Las probabilidades de que se produjese un violento sismo como el que el martes devastó Puerto Príncipe eran altas, afirmaron varios expertos. “Es el sismo más importante que hemos registrado en una zona de 200 km desde 1770”, indicó John Bellini, geofísico del Instituto Geológico estadounidense. Por la estructura y los lentos movimientos de la falla que discurre a unos kilómetros al sur de Puerto Príncipe, varios expertos habían advertido en los últimos años que se preparaba en la región de la capital una actividad sísmica importante. “Los habitantes de la capital haitiana deben prepararse para un suceso inevitable”, declaró en 2008 el ex profesor del Instituto Geológico de La Habana, Patrick Charles, al diario haitiano Le Matin. Según Bellini, por su estructura la falla es similar a las de Turquía o de San Andrés, en California.

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