
Esta mañana la Policía Federal detuvo en La Paz al que fuera el sicario más peligroso del Cártel de los Arellano Félix, que al romper con esta agrupación en abril de 2008, desató una ola de violencia en Tijuana, Baja California.
El operativo tuvo lugar en el fraccionamiento Fidepaz, uno de los más lujosos que existen en la zona sur de la ciudad de La Paz, Baja California Sur. Ahí habitan políticos y empresarios destacados.
El Teo" fue detenido en un operativo que inició cerca de las 6:00 horas y en el que participaron más de 50 elementos. En las acciones se utilizaron dos helicópteros y cuatro autobuses para desplegaron a los efectivos. Autoridades del gobierno federal confirmaron que el detenido es "El Teo".
De acuerdo con informes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, los elementos de la PFP llegaron vía aérea al aeropuerto de Los Cabos. Diez minutos antes de las 6:00 horas se escuchó una explosión en la zona, segundos después cinco helicópteros sobrevolaban el domicilio ubicado en Pez Vela y Sardina, número 710, teniendo que forzar la puerta principal para entrar. Una de las aeronaves aterrizó en la colonia Fidepaz y en ella se subieron unas maletas negras.
Alrededor de las 8:00 horas los elementos se retiraron en su totalidad despegando en aeronaves desde el aeropuerto de La Paz, a poco más de cinco kilómetros del punto en que se realizó el operativo. La zona permaneció acordonada y se impidió el tránsito por espacio de dos horas hasta concluir la acción.
Algunos analista

Como consecuencia de lo anterior, no sorprende ni sorprenderá que, dada esta captura caigan detenidos muchos policías municipales de Tijuana y de Rosarito. Por supuesto, el gobierno celebrará con bombo y platillo toda esa ola de detenciones y hablarán de depuraciones policiacas sin precedentes, pero ¿acaso no han sido obligadas esas capturas por las circunstancias y no por la dichosa "depuración"? Para muchos seguirá en la mente la complicidad de altos mandos policiacos de los tres niveles de gobierno, y que algunos de ellos no caerán, porque "el hilo se rompe por lo más delgado".
Por otra parte, las células criminales comenzarán a salir de sus "madrigueras" y los enfrentamientos a balazos no solamente seguirán siendo algo común en Tijuana y Rosarito, sino que se incrementarán, entre la preocupación de la gente y los autohalagos del gobierno.
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