sábado, 9 de enero de 2010

Suspenden a dos inspectores corruptos


*Harto conocidos como estafadores de comerciantes

*Por fin hacen caso de una de miles de denuncias ante Sindicatura

Por Jorge Escobedo

SEPTIMO DIA, TIJUANA, B.C.- Los inspectores de Reglamentos Municipales, Francisco Marín Limón y Mario Antonio Flores Reyes fueron suspendidos temporalmente de sus cargos por orden del Síndico Procurador Municipal, Héctor Magaña Mozqueda, en atención a varias denuncias y quejas presentadas por comerciantes de la Delegación Centenario.Por fin hacen caso de una de miles de denuncias ante Sindicatura.

Los mencionados servidores municipales son harto conocidos como estafadores de comerciantes, tanto de los establecidos como de los ambulantes y de los mercados sobre ruedas, quienes ya no sentían lo duro sino lo tupido de las exigencias de ese par de pillos reclamando dinero frecuentemente, a cambio de hacerse de la “vista gorda” y, peor aún, hasta se mostraban “magnánimos” ofreciéndose para “gestionar permisos”.

Entre las múltiples denuncias que se pueden mencionar está la presentada por la señora Juana Pelayo Pelayo, que en su casa improvisó una tienda con el nombre de “Abarrotes Juanita” y, por esa causa, llegaron a su domicilio tres individuos a bordo de un vehículo tipo Sedan con logos del XIX Ayuntamiento de Tijuana, bajando del mismo los de nombre Francisco Marín Limón y Mario Antonio Flores Reyes, según se identificaron, pues el segundo en mención portaba gafete del Ayuntamiento con el nombre de Jorge Valenzuela, y al parecer, así se identificaba en otros “operativos”.

Pese a encontrarse pertrechada en el interior de su vivienda-abarrote, la señora Juana Pelayo les abrió a los inspectores, ya que se identificaban ostensiblemente como empleados del Ayuntamiento y exigían entrar para revisar el negocio. Para esto, los dos desleales servidores públicos checaron hasta la cocina y el refrigerador particular de la familia, donde encontraron cerveza y, “de ahí se agarraron” para extorsionar a la señora, con el pretexto de clausurarle por no contar con permiso para vender bebidas con graduación alcohólica.

La atribulada mujer explicó que ni siquiera había tramitado todavía el permiso de abarrotes porque se encuentran pagando todavía el terreno y, uno de los requisitos para regularizarse es acreditar la propiedad; con esos argumentos los inspectores se envalentonaron aún más y tomaron fotos de la cerveza del refrigerador, la cual la señora alegaba que serían para el consumo de la familia en los festejos de Navidad y Año Nuevo, mas, de nada le valió y los individuos le exigieron cinco mil pesos a cambio de no clausurarle.

Por el temor a lo que legalmente pudieran hacer los inspectores, la señora pidió prestado dinero a una vecina, mas, solamente pudo darles en ese momento 2 mil 500 pesos a los abusivos servidores públicos. Estos advirtieron que volverían por una cuota mensual para dejarla operar su negocio, y que si quería vender cerveza ellos podían ayudarle en la gestión.

Obviamente no entregaron ningún recibo de esa y otras cantidades de dinero que le pidieron a la pobre mujer, a cambio de “protección”, y para supuestos gastos de tramitación de permiso de venta de bebidas con graduación alcohólica, que por supuesto, fueron solamente simulaciones.

El 26 de diciembre los maleantes con charola volvieron al domicilio del abarrote exigiendo nuevamente el dinero para la tramitación del permiso y el esposo de la señora Juana Pelayo les entregó dos mil pesos, quedando ellos de regresar por otros dos mil pesos y entregarles un documento oficial con número de folio DIV3427/09, de fecha 26 de diciembre, presuntamente firmado y sellado por el director de Inspección y Verificación Municipal, Gustavo Lemus Torres, que en realidad es un mandamiento de inspección con el cual se respaldaron para advertir que van con la encomienda de clausurar si encuentran irregularidades, pero que además, he aquí la astucia de la intimidación y el aprovecharse de la ignorancia de la gente: adujeron que era un documento necesario para iniciar el trámite del permiso.

Posteriormente, el 5 de enero, el de nombre Mario Antonio Flores Reyes, esta vez sin gafete, pero a bordo de un vehículo con logos del Ayuntamiento, regresó con una hojita de requisitos para el permiso y pidió que le hicieran un croquis de ubicación del negocio, para hacer lo conducente, manifestando que regresaría el 8 de enero por la cantidad de 2 mil pesos.

Precisamente este viernes 8 de enero la señora Juana Pelayo Pelayo, ante el temor de verse una vez más asediada y hostigada por los inspectores de Reglamentos, acudió a Palacio Municipal para presentar denuncia de hechos ante la Sindicatura Municipal, y no obstante que el licenciado David Vázquez Valles, director de Sindicatura Social, ni siquiera firmó el acta de comparecencia levantada, la denunciante se encontró casualmente de cara con el Síndico Procurador Héctor Magaña Mozqueda, quien de viva voz escuchó a la atribulada mujer y de inmediato giró instrucciones al mismo licenciado David Vázquez, llamándole la atención por su pasividad ante una pila de denuncias en su escritorio, sin darle el curso correspondiente.

Héctor Magaña atendió personalmente el asunto y ordenó la suspensión temporal de los dos inspectores de Reglamentos Municipales, además de que ofreció su apoyo a la señora para que se le otorgue un apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico, través del Fideicomiso Mi Crédito, para la apertura oficial de micro negocio, así como una beca para sus hijos. De esta manera le estará ayudando a regularizar su situación legal del negocio, así como paliando las necesidades económicas de su familia, de escasos recursos. Magaña Mozqueda reconoció que en vez de intimidar a las personas con negocios irregulares, se les debe apoyar para que se regularicen, pues al final de cuentas eso significa ingresos para el mismo Ayuntamiento.

En otro caso similar, una humilde comerciante de abarrotes, también de la colonia Pegaso de esta ciudad, armándose de valor se presentó ante las oficinas de Sindicatura para denunciar y exigir que cese el hostigamiento en su contra por parte de los mismos inspectores de Reglamentos, con el pretexto de permitirle vender sus artículos en la tienda de abarrotes de su propiedad, de acuerdo con un convenio firmado anteriormente.

Al ser entrevistada por los medios, la señora Juana Osto Pío señaló al gobierno municipal de extracción panista que preside Jorge Ramos Hernández, de solapar al jefe de Reglamentos Gustavo Lemus Torres, por ser insensible con los comerciantes establecidos en dicha zona, toda vez que no obstante haberle presentado la actuación levantada en Asuntos Internos de Sindicatura, en contra de inspectores corruptos, este se hizo de la vista gorda, diciendo que no podía hacer nada porque la última palabra la tenía el Síndico Procurador Héctor Magaña Mosqueda.

De continuar las constantes intimidaciones, así como los hostigamientos por parte de los inspectores, con el sobado cuento que dichos negocios venden bebidas embriagantes sin tener permiso autorizado, los comerciantes se organizarán para solicitar la intervención del alcalde Jorge Ramos Hernández ordenando el cese fulminante no solo de los inspectores corruptos, sino la del mismo jefe de reglamentos, por solapar y proteger a tanta gente corrupta, advirtió la denunciante.

En su denuncia, la comerciante aseguró que el 9 de diciembre del año pasado, se presentaron Francisco Marín Limón y Antonio Flores Reyes a su tienda de abarrotes denominada “Tres Hermanas”, cita en la calle Colosio de la colonia “Pegaso”, mismos que se identificaron como inspectores de Reglamentos, exigiendo el pago de una cuota mensual de entre mil quinientos y tres mil pesos.

Lo anterior, dijeron los desleales servidores públicos, para no seguir siendo molestada por sus demás compañeros, así como para que la dependencia de la que es titular Gustavo Lemus Torres, no le exigiera tanto papeleo para dejarla vender lo que ella quisiera, y que le entregarían el permiso correspondiente, sin costo alguno, además de vender todos los días de la semana, incluyendo los días festivos.

Para esto, cabe mencionar que la señora no cuenta con recursos económicos para pagar la cuota exigida por los empleados municipales, ya que la tiendita que tiene únicamente le da para sostener a sus hijos como madre soltera, por lo que suplicaba a las autoridades que tomaran cartas en el asunto, para acabar con funcionarios corruptos, quienes asolan a la gente honesta y trabajadora a base de hostigamientos, amenazas e intimidaciones.

Al finalizar, la denunciante, con un dejo de tristeza dijo que no entiende por qué el gobierno estatal y municipal de extracción panista se comportaban de esta manera, cuando se esperaba realmente un cambio, a fin de tener amplias facilidades para poder ganarse la vida de manera honrada.

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