lunes, 8 de marzo de 2010

Desorden electoral


*Imponen planilla única a precandidatos panistas

*En el PRI se despedazan, y los otros, ni pintan

Por José Angel Inzunza

SEPTIMO DIA, TIJUANA, B.C.- La planilla de unidad del PAN es un espejismo, pues realmente los mismos militantes están en completo desacuerdo por la imposición de Leonardo Fernández Aceves, Antonio Araiza Regalado y Loreto Quintero Quintero; eso por un lado, y por el otro, existe el temor de que haya imposición para que los dados se carguen a favor de Carlos Torres Torres, metiéndolo con “calzador”, con la bendición de Los Pinos y del Gobierno del Estado, no obstante que la militancia está mayormente identificada con Alejandro Monraz, y en segundo orden, Javier Castañeda Pomposo.

¿Será que por eso sacaron la famosa planilla de unidad, para acallar conciencias? Sin embargo, existe la fuerte tendencia de que todo fue negociado, no en pos de la unidad, sino de los intereses particulares de esos que no son bien recibidos por la militancia: Leonardo Fernández, Antonio Araiza y Loreto Quintero. Se rumora que “compraron” sus posiciones o las obtuvieron a base de influencias dentro de las directivas panistas y de gobierno, así como de la fracción panista en el poder legislativo, lo cual es hasta cierto punto normal y cotidiano en la política.

Habría que observar que de los tres que no fueron bien recibidos entre la militancia, sobre Loreto pesa la gran simpatía que tienen panistas y extraños, por su patrón: el diputado federal Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid; de tal manera, que algunas expresiones de inconformidad probablemente surgieron de alguno de los grupos de poder, en especial de los “chuyistas” (seguidores de Jesús González Reyes).

Quienes definitivamente casi fueron “vomitados” por la militancia fueron Leonardo Fernández y Antonio Araiza, quienes se distinguieron negativamente como personajes grises en todos los cargos públicos que han ostentado, aparte de serias dudas sobre la honestidad con la que ejercieron los recursos públicos a los que tuvieron acceso.

De entrada, a los propios precandidatos panistas a la Alcaldía les sorprendió que les impusieran candidatos comunes, pues, aunque de manera salomónica les dijeron que cada uno propusiera uno o dos nombres para tener un total de seis integrantes de planilla en común, como antes se indicó, en definitiva no hay respaldo para Leonardo ni para Antonio Araiza. Claro, las decisiones estaban difíciles, pues aún cada precandidato tiene “prietitos en el arroz” en sus fórmulas no comunes.

Por otro lado, la probable imposición de la candidatura a Carlos Torres Torres se desvanece por la ingeniosa mercadotecnia que le acompaña, ya que le manejan su imagen de una manera innovadora, dinámica y simpática, lo cual puede añadirle muchos votos de los que se dice no tenía.

Por lo que toda a Alejandro Monraz y Javier Castañeda, las encuestas y sondeos varían constantemente a favor de uno y del otro, por lo que la moneda sigue en el aire.

En los distritos, los precandidatos a diputados locales son los siguientes:

Por el distrito Ocho: Manuel “El Meño” González Reyes, quien parece ir como candidato de unidad, y así lo manifestó él al momento de su registro, que se ofrecía unificar a los panistas, darle continuidad a los programas de gobierno del municipio de Tijuana y del estado de Baja California, así como legislar a favor de los sectores sociales más desprotegidos, como son las madres solteras, los niños y las personas de la tercera edad.

Llamó de manera especial la atención el respaldo que recibió de la ex regidora Alfa Peñalosa Valdéz, (a quien pedimos disculpas, pues en la edición impresa le había adjudicado ser la actual delegada de Playas de Tijuana, pero ese cargo en realidad lo ocupa la también ex regidor Blanca Fabiola Pizá Silva), que como militante panista se pronunció a favor de Manuel González Reyes, recordando que desempeñó un buen papel como su antecesor, y que seguramente buscará lo mejor para los tijuanenses en su labor legislativa, de surgir como candidato de unidad y de ganar el 4 de julio las elecciones populares constitucionales.

Por el Distrito Nueve contienden Tulio Cardona Benavides y Raúl Meza Orozco, destacándose que Raúl Meza va arriba en las encuestas, como a razón de tres por uno. Pese a esos indicadores, Tulio Cardona presume de sentirse seguro de ganar. Lo cierto es que Raúl Meza ha congregado a numerosos militantes panistas de esa demarcación, en la que incluso tiene muchas simpatías de personas de otros partidos políticos, y por supuesto, de los que no militan en partido alguno.

Por el Distrito Diez va prácticamente solo Máximo García López, después de que Leonardo Fernández Aceves declinara para irse como precandidato común al cargo de Síndico Procurador, pues como dicen panistas de esa distritación, de todas maneras no tenía nada qué hacer, porque Max García le superaba en razón de tres a uno.

Por el Distrito Once van Héctor Juárez Pacheco, Ricardo Magaña Mozqueda, Rosalba López Regalado y Herlinda Gómez. Los conocedores indican que la competencia real estará entre Héctor Juárez y Ricardo Magaña, en tanto que se espera que Herlinda Gómez se sume a Héctor Juárez, y Rosalba López sea el fiel de la balanza.

Por el Distrito Trece irá una maestra del Partido Nueva Alianza (PANAL), de acuerdo a la fórmula de las alianzas.

Canibalismo priísta

Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional sufrió “terremotos” que casi lo destruyen: pues, luego de una vorágine de enroques y desenroques al interior del PRI, el empresario tijuanense Carlos Bustamante Anchondo se registró este jueves 4 de marzo como precandidato a la Alcaldía de Tijuana, como abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde Ecologista (PVEM).

No obstante que pregonó la unidad y la fortaleza de los partidos que abandera, así como encabezar una “planilla triunfadora”, en plena conferencia de prensa la profesora Carmen López Segura le manifestó: “Carlos, muchas gracias por incluirme en tu planilla; es una distinción que te agradezco, pero declino tu ofrecimiento y creo que es mejor que otra persona ocupe ese puesto”, dicho eso, la controversia se desató: de golpe y porrazo quedó vacante una regiduría.

De inmediato, no se dejaron esperar las preguntas de los reporteros: “¿Qué va a hacer con el cargo que dejan vacante?” “¿Qué opina de la reacción de la maestra?” “¿No cree que esto refleja divisionismo en el PRI; qué hará al respecto, o se lo dejará a decisión de su partido?” “¿Cómo le afectará este divisionismo hacia la competencia externa contra los candidatos de los otros partidos?”

Ante la avalancha inquisitiva, Bustamante Anchondo respondió que hay muchos priístas que están dispuestos a ocupar la regiduría vacante para completar la planilla, pero que el PRI y el PVEM harán lo suyo, en tanto que él haga lo que le corresponda, no solamente para ver cómo subsanarán el cargo vacante, sino también para reforzar la unidad de todos los priístas en torno a su candidatura, para ganar también las elecciones del 4 de julio.

En ese contexto, cuando se le preguntó si no se sentía como un “pan comido” para su eventual contrincante del Partido Acción Nacional (PAN), don Carlos Bustamante respondió: “no, si yo fuese un pan comido, ellos son un PAN acabado”.

Como parte de su oferta electoral expresó que su calidad de empresario le permite tener la visión, conocimiento y la experiencia necesaria para crear empleos, a pesar de las dificultades.

La planilla que presentó está compuesta por el comerciante y ex diputado local David Saúl Guakil, en la cartera de suplente del precandidato a Alcalde, y la arquitecto Yolanda Enríquez De la Fuente, para el cargo de Síndico.

En la lista de aspirantes a regidores logró filtrarse el depuesto dirigente cetemista local, Francisco Hernández Vera, y va también el líder local de los burócratas Francisco Gómez Medina, en tanto que por el Partido verde Ecologista (PVEM), va en la tercera regiduría Gustavo Almaráz Montaño.

De Francisco Hernández Vera habría que advertir que fue destituido como dirigente de la Federación CTM Tijuana, por graves violaciones a los estatutos de la organización sindical y traicionar acuerdos, pues pretendió imponerse como precandidato a regidor, e incluso, su suegro, Eligio Valencia Roque, trató de poner también en regidurías a su esposa y dos de sus hijas. Al parecer, al cambiarse la “jugada” porque Mario Escobedo Carignan declinó postularse, Eligio Valencia solamente pudo imponerle a Carlos Alfonso Bustamante Anchondo la precandidatura de su yerno; sin embargo, es probable que hasta esa posición la pierda, de tal manera que Carlos Bustamante tenga que buscar dos remplazos en su planilla.

También se incluye en la planilla al dirigente de la CROC en el estado, Jorge Escobar Sánchez, la lideresa social Iris Juárez Miriam Ayón, Luz María Morales y, como antes se indicó, quedó vacante el espacio que se había ofrecido a la maestra Cármen López Segura.

Después de que el otro aspirante a la candidatura por la Alcaldía de Tijuana, Mario Escobedo Carignan declinó debido a “desacuerdos con otros priístas” (obviamente de influencia en el proceso electoral interno), y toda vez que mediante “borregazos” en los medios de comunicación atoraron a la señora María Elvia Amaya de Hank, empañándose el proceso al interior del tricolor, se registró como precandidato a la Alcaldía Rafael García Vázquez, eterno suspirante a dicho puesto, quizá con intenciones de simular una competencia, para legitimar el inminente triunfo de Carlos Bustamante Anchondo como el abanderado del PRI y el PVEM.

Carlos Bustamante le apostó a regresar “la Tijuana que todos conocimos, que todos quisimos”, en la que además de tranquilidad y seguridad, destaque nuevamente como la ciudad más visitada del mundo, se recuperen empleos, y por tanto, se reactive la economía, incluso gestionando un esquema fiscal de privilegios para esta frontera.

Toda la tarde se esperaba que de un momento a otro llegara la señora María Elvia Amaya de Hank para registrarse, pero hasta el momento de la redacción de esta nota eso no había sucedido, y al parecer, tampoco lo hizo en Mexicali. Algunos incluso comentaron que ni siquiera había obtenido todavía su Carta de Residencia, entre otros documentos necesarios para su registro.

Algunas hipótesis más se vertieron, y una de éstas fue que desde Los Pinos, el PAN Nacional y el panismo de Baja California, se preparaba una arenga de ataques para desprestigiar a la señora María Elvia, cuestionando su calidad moral, su reputación de mujer honorable y dama recatada, lo cual, de ser cierto, en realidad le hubiese ido peor para los panistas, que con esa forma de hacer campaña ellos habrían sido los malos de la película electoral.

No obstante todos estos acontecimientos, entre la sociedad en general sigue quedando el deseo de tener una Alcaldesa, en la persona de María Elvia Amaya de Hank.

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